Tras más de 15 horas de debate, la Cámara de Diputados aprobó la reforma que transfiere el control de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La propuesta recibió 362 votos a favor en lo general y 353 en lo particular, con la oposición en desacuerdo. La reforma establece que la Guardia Nacional será una fuerza permanente bajo el mando de Sedena, compuesta por personal militar con formación policial. El titular de la Guardia deberá ser un general de División en activo, designado por el presidente. También se transferirán los recursos financieros y operativos de la extinta Policía Federal para garantizar su funcionamiento bajo el nuevo marco legal.
