Las peores inundaciones en medio siglo han causado estragos en España, con un saldo de al menos 158 fallecidos y decenas de desaparecidos, principalmente en la Comunidad Valenciana. Tras las intensas lluvias que cayeron entre el martes y el miércoles, miles de hogares permanecen sin electricidad y muchas carreteras siguen intransitables debido a los escombros y vehículos arrastrados por la corriente. En localidades como Paiporta, con más de 60 víctimas mortales, los residentes enfrentan una emergencia humanitaria ante la falta de agua y alimentos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró a la Comunidad Valenciana como zona catastrófica y destinó una ayuda de emergencia de 250 millones de euros para apoyar a los afectados, mientras que el Ejército se sumó a las labores de distribución de suministros. Además, las autoridades han instado a los ciudadanos a evitar salir de sus hogares y extremar precauciones, pues los servicios meteorológicos advierten que persisten riesgos de lluvias intensas en la zona. La agencia estatal de meteorología, Aemet, había emitido una alerta roja el martes, aunque algunos expertos han cuestionado la rapidez de las respuestas gubernamentales.
Estas lluvias torrenciales, atribuibles al fenómeno de la “gota fría”, son las más intensas registradas desde 1973 en la región, alcanzando en algunos puntos hasta 491 milímetros en pocas horas. Según la red científica World Weather Attribution, el cambio climático ha aumentado la intensidad de este tipo de precipitaciones en un 12%, elevando su probabilidad de ocurrencia. La crisis climática y fenómenos extremos como este subrayan la urgencia de desarrollar estrategias de adaptación y respuesta más efectivas en el país y en Europa.
