A pesar de las declaraciones que ha tenido el Papa Francisco hacia los grupos pro-LGBT, decidió expresar y pedir la prohibición mundial de la maternidad subrogada, calificando esta práctica de deplorable y grave violación de la dignidad de la mujer y del niño, explicando que los vientres de alquiler suelen ser utilizados por parejas homosexuales y que dan luego su histórica decisión de permitir a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo.
Explicó que “Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada, que representa una grave violación de la dignidad de la mujer y del niño, basada en la explotación de situaciones de la madre” de igual manera mencionó que en muchas ocasiones se aprovechan de la situación económica para quitarles a los hijos, convirtiéndose en una táctica ilegal en todo el mundo.