Debido a la acumulación de basura en las calles y falta de agua potable, aumenta el riesgo de brotes de dengue y diarrea en la población de Acapulco, generando preocupación por la situación en la que se encuentran los hospitales y clínicas del municipio debido al paso del huracán Otis, no tienen electricidad, agua potable y energía, provocando que la atención médica no sea rápida y el suministro de medicamentos sea casi nulo.
Teniendo en cuentas, que las condiciones ambientales, con la acumulación de basura en la ciudad e inundaciones por el desbordamiento de ríos, puede generar brotes infecciosos, así lo dio a conocer Laura Gómez, Coordinadora del equipo de emergencia de Médicos Sin Fronteras.