La tradición de los Reyes Magos, también conocida como la Epifanía, añade una capa adicional de profundidad a las celebraciones navideñas, según la narrativa bíblica, los tres sabios de Oriente; Melchor, Gaspar y Baltasar, siguieron la estrella de Belén para llevar regalos a Jesús el Redentor, en el día de su nacimiento.
La Epifanía, celebrada el 6 de enero, conmemora este evento y marca el final de la temporada navideña en muchas culturas. La llegada de los Reyes Magos simboliza la revelación de Jesús como el Salvador del mundo y la apertura de su mensaje a todas las naciones, el descubrimiento público de quien llegó para cambiar la historia.
Este relato que surge de la Biblia, se ha conservado a modo de tradición bien identificada y muy añorada por los más pequeños de casa, quienes esperan con ensueño el arribo de los Reyes Magos y sus regalos.
Así ha perdurado a través de los siglos, integrándose en las celebraciones navideñas en diversas formas, en algunas culturas los niños reciben regalos en la noche del 5 de enero, simbolizando la llegada de la mágica esencia. Las coloridas cabalgatas y desfiles en muchas partes del mundo representan la procesión que llevó a los personajes de Oriente en búsqueda del Niño Dios.
Más allá de la historia bíblica, la figura de los Reyes Magos también simboliza la diversidad cultural y la unidad en la búsqueda de la verdad, mientras que la Epifanía, en su esencia, nos recuerda la importancia de la sabiduría, la fe y la generosidad en nuestras vidas, valores que trascienden fronteras y continúan siendo relevantes en la celebración de la Navidad ya que es este día junto a la Navidad y el día de Año Nuevo los que con más fervor se celebran en los hogares.