En exclusiva el economista Gerardo Esquivel Ortiz desmontó las voces que piden a México responder con sanciones recíprocas a los aranceles estadounidenses: reveló que el 85% de las exportaciones nacionales (equivalentes al 35% del PIB) dependen de ese mercado, haciendo inviable cualquier medida radical y respaldando la estrategia gubernamental de negociación “con cabeza fría” frente a políticas “viscerales” de Donald Trump que encarecen productos como el jitomate y amenazan con fracturar cadenas comerciales establecidas desde los años 90.
Desde los estudios de Rotativo Noticias, Esquivel Ortiz explicó para el programa conducido por Alejandro Alejandre a través de las frecuencias 95.7 FM y 100.5FM que el conflicto actual —desatado por cuotas antidumping a productos mexicanos— refleja una “dependencia estructural” donde EE.UU. tiene una economía 16 veces mayor. El experto ejemplificó con el jitomate: aunque Japón mostró interés en comprar el producto, reemplazar un mercado que absorbe dos tercios de la producción nacional tomaría años y costaría una caída económica severa. “No estamos en condiciones de fuerza: un rompimiento sería un balazo en nuestro propio pie”, sentenció durante la entrevista.
El analista detalló que la llamada “competencia desleal” denunciada por agricultores de Florida —impulsores de las restricciones— pasan por alto un dato crucial: México provee el 66% del jitomate consumido en EE.UU., haciendo las cuotas contraproducentes para familias norteamericanas que enfrentarán desabasto y precios inflados durante los 4 a 6 meses que durará la renegociación. “Trump privilegia su narrativa de Make America Great Again sobre la realidad económica”, criticó al atribuir las medidas a cálculo electoralista.
Sobre las peticiones de algunos actores mexicanos de buscar mercados alternos o autosuficiencia, Esquivel señaló: “En la economía global actual, eso es utópico”. Aconsejó en cambio un plan de diversificación comercial a 10 años con alianzas en Asia y Europa, pues el T-MEC solo protege el 84% de las exportaciones. El 16% restante —incluyendo acero y autopartes— sigue vulnerable a decisiones unilaterales como las que amenazan con extenderse en 2025.
La conclusión del experto respaldó la postura presidencial: negociar sin escalar el conflicto es la única vía realista cuando un vecino 16 veces más poderoso “puede imponer aranceles por capricho”. Su advertencia final: si Trump incluye estos mecanismos en la próxima revisión del T-MEC, México deberá prepararse para “la relación bilateral más tensa en 30 años”, donde la prudencia, no la visceralidad, será el único escudo contra el daño económico.