Durante su participación en la novena Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Tegucigalpa, Honduras, la presidenta Claudia Sheinbaum destacó la unidad como la clave para enfrentar los desafíos económicos globales, especialmente los derivados de la política arancelaria impuesta por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Frente a 10 jefes de Estado, Sheinbaum planteó la necesidad de convocar a una cumbre dedicada al bienestar económico de la región, con el objetivo de impulsar una mayor integración económica basada en la prosperidad compartida y el respeto a las soberanías nacionales.

La mandataria enfatizó que la región latinoamericana y caribeña debe ser más unida para fortalecer la integración regional, en un contexto marcado por la globalización y la necesidad de colaboración mutua. En su intervención, Sheinbaum resaltó que los pueblos de América Latina y el Caribe están unidos no solo por la proximidad geográfica, sino también por su historia, diversidad, y los sueños compartidos de justicia social. «Una región más unida es una región más fuerte», aseguró, subrayando que la cooperación será esencial para el desarrollo de soluciones concretas.
Además, la presidenta mexicana abordó el tema de la migración, proponiendo una cooperación basada en la atención de las causas estructurales que originan este fenómeno, como la desigualdad, el desempleo y la violencia. También condenó las políticas de racismo, clasismo, y violación de derechos humanos hacia los migrantes, reafirmando la postura de México en defensa de los derechos de quienes migran.
Finalmente, Sheinbaum reiteró la postura histórica de México en contra de los bloqueos comerciales a Cuba y Venezuela, asegurando que estas sanciones solo perjudican el bienestar de los pueblos. La presidenta también se pronunció a favor de una reunión destinada a la construcción de la paz en Haití.




