La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, desmintió que la destitución de Uriel Carmona Gándara como fiscal general del estado esté vinculada con el caso del exgobernador Cuauhtémoc Blanco. Durante una conferencia de prensa, la mandataria aclaró que la decisión estaba relacionada con el desgaste de Carmona, quien enfrentaba denuncias a nivel federal. Además, subrayó que la propuesta de cambiar al fiscal había sido parte de su campaña electoral, con el objetivo de mejorar la coordinación entre la Fiscalía y las fuerzas de seguridad.
González Saravia aseguró que el proceso de destitución no tiene relación con el desafuero de Blanco, como lo había insinuado el exfiscal. La gobernadora consideró que Carmona utilizó el desafuero de Blanco como una táctica de presión, algo que, según ella, fue un intento desesperado de su parte. Aseguró que su administración estará firme en el apoyo a la justicia, particularmente para las mujeres, y que no protegerá a nadie que esté involucrado en irregularidades.


Asimismo, la gobernadora anunció que presentará una iniciativa legislativa para modificar el periodo de gestión del titular de la Fiscalía, para que coincida únicamente con el sexenio en curso. Esto busca evitar situaciones de incertidumbre y garantizar un proceso de justicia más transparente. Además, se mostró confiada en la elección de Edgar Antonio Maldonado Ceballos como nuevo fiscal, a quien calificó como un profesional comprometido con el estado.
El Congreso de Morelos aprobó la destitución de Carmona tras una votación mayoritaria y nombró a Maldonado Ceballos como su reemplazo. Carmona, por su parte, anunció que impugnará la decisión, argumentando que su destitución carece de fundamento legal y que fue un proceso injusto. El nuevo fiscal asumirá su cargo con la misión de esclarecer los casos pendientes y garantizar la transparencia en la administración de justicia en Morelos.
