Las bajas temperaturas que afectan gran parte de México, particularmente el noreste, tienen su origen en la interacción de chorros de aire polar con fenómenos como La Niña, explicó Guillermo Murray Tortaloro, especialista del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad. Este fenómeno natural ha generado alternancia entre días calurosos y otros extremadamente fríos, un patrón que se mantendrá hasta marzo, según el experto.
Durante esta temporada, los vientos alisios del Pacífico se intensifican, empujando el vórtice polar hacia el norte de América, lo que causa temperaturas inusualmente bajas en el noreste de Estados Unidos, Canadá y el norte de México. Murray destacó que este descenso del vórtice polar permite que las masas de aire frío se desplacen hacia la región, provocando un recrudecimiento de las condiciones gélidas en gran parte del territorio nacional.
Las heladas y lluvias derivadas de estos fenómenos, conocidas como cabañuelas, traen beneficios puntuales, como la recarga de presas y el riego para cultivos y bosques. Sin embargo, el especialista aclaró que La Niña no siempre implica frío extremo, aunque este año, su combinación con el descenso polar ha intensificado las heladas. Se prevé que el frío extremo continúe hasta febrero, dando paso a temperaturas más cálidas en marzo y condiciones normales en abril.
En respuesta, estados como Tamaulipas y Chihuahua han implementado medidas de apoyo. En Nuevo Laredo, la Guardia Estatal y Protección Civil reforzaron operativos para atender a sectores vulnerables con refugios y alimentos. Mientras tanto, Chihuahua registra frío extremo en su sierra debido al frente frío 23 y su masa de aire polar asociada, lo que mantiene la región en alerta.



