La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) gasta 15.3 millones de pesos en instrumentos musicales costosos.
La adquisición se realizó mediante una licitación en mayo, en la cual la empresa ganadora, Impulsora Cultural y Tecnológica, presentó la oferta más elevada, a pesar de que competidores como Zuca Innovations y Pianissimo ofrecieron precios más competitivos. Sin embargo, sus propuestas fueron rechazadas por no cumplir con los requerimientos técnicos establecidos por la Sedena.
Los documentos obtenidos de Compranet revelan que la Sedena solicitó materiales de alta gama para los instrumentos, que incluyen metales preciosos como oro rosa, plata esterlina, acero azul y cobre, además de madera de pino de Nueva Zelanda. Entre los instrumentos adquiridos se encuentran trompetas, timbales, clarinetes, tubas, saxofones y flautas, todos fabricados con estos materiales costosos.
El escándalo se intensifica al comparar los precios que Sedena pagó con las tarifas de venta al público. Por ejemplo, la Sedena reportó que un clarinete costaba 290 mil pesos, mientras que en una cotización anterior, este mismo instrumento se ofrecía a 120 mil pesos. Esto pone en duda la transparencia del proceso de licitación y genera preocupación sobre el uso de recursos públicos en adquisiciones de lujo.
El gasto de la Sedena en instrumentos de lujo se ha convertido en un tema polémico, ya que muchos cuestionan si es apropiado destinar tales cantidades de dinero a instrumentos musicales en un contexto donde existen necesidades urgentes en otros ámbitos de la defensa nacional. La situación ha provocado un llamado a la revisión de los procedimientos de compra de la Sedena y a una mayor rendición de cuentas sobre cómo se gestionan los recursos públicos.
