Claudia Sheinbaum, destacada académica y científica mexicana, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer presidenta de México en 200 años de historia republicana. Nacida el 24 de junio de 1962 en la Ciudad de México, Sheinbaum tiene una sólida formación académica en Física, con estudios en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También es reconocida por ser la primera mujer en obtener el grado de doctora en Ingeniería Energética en esta institución.
A lo largo de su carrera, Sheinbaum ha sido una figura prominente en la investigación científica, con una trayectoria que incluye su labor como investigadora en el Instituto de Ingeniería de la UNAM y como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. Su contribución al campo del cambio climático fue reconocida en 2007, cuando formó parte del Panel de Expertos que recibió el Premio Nobel de la Paz.
Claudia Sheinbaum ha publicado más de 100 artículos especializados y es autora de dos libros centrados en energía, medio ambiente y desarrollo sustentable. Ha tenido un impacto significativo en la formación de nuevas generaciones, dirigiendo 35 tesis de licenciatura, maestría y doctorado. Su experiencia en el sector público incluye su rol como secretaria del Medio Ambiente del entonces Distrito Federal de 2000 a 2006 y su elección como jefa delegacional en Tlalpan en 2015.
El 2 de junio, Sheinbaum logró una victoria aplastante en las elecciones presidenciales, obteniendo 35 millones 924 mil 519 votos, lo que representa el 59.76% de la votación. Esta victoria la coloca 32 puntos por delante de su competidor más cercano. Este resultado no solo la consagra como presidenta, sino que también marca un hito en la historia de América del Norte.
El 1 de octubre de 2024 se registrará como un día significativo, ya que es la primera vez que la toma de posesión del Poder Ejecutivo se realiza en esta fecha, tras reformas constitucionales aprobadas en 2014. El 15 de agosto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le otorgó la constancia que la certifica como presidenta electa, consolidando así su papel en la historia contemporánea de México.