En respuesta a la creciente violencia en la región, las autoridades de Sinaloa han decidido suspender las clases en cuatro municipios del estado. Esta medida afecta a las localidades de Culiacán, Cosalá, Elota y San Ignacio. La Secretaría de Seguridad Pública ha anunciado que la suspensión se aplicará en todos los niveles y modalidades educativas.
La decisión llega tras un incremento notable en los actos violentos asociados al narcotráfico, especialmente en Culiacán. En los últimos días, se han registrado múltiples incidentes que han resultado en al menos nueve muertes y catorce desapariciones forzadas en la capital del estado. La violencia ha sido particularmente intensa, con un reciente enfrentamiento en la población de Quilá, al sur de Culiacán, que ha dejado cuatro personas heridas.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha confirmado que la ola de violencia, que se ha mantenido durante tres días consecutivos, es el resultado de enfrentamientos entre distintos grupos criminales. No obstante, el mandatario ha garantizado que se está llevando a cabo un operativo de seguridad “eficiente” con el objetivo de proteger a los ciudadanos.
Culiacán, que es conocida como la base del Cártel de Sinaloa, ha experimentado un agravamiento en la violencia en los últimos años. Esta escalada se debe principalmente a la lucha entre diferentes cárteles por el control territorial y el tráfico de drogas. La violencia persistente ha resultado en un alto número de víctimas y ha generado un ambiente de temor y desconfianza en la comunidad.
La suspensión de actividades escolares se presenta como una medida necesaria para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal educativo ante la creciente inestabilidad en la región.