El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró su desacuerdo ante los comentarios realizados por el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien expresó su oposición a la reforma judicial propuesta por el mandatario mexicano, la cual busca que jueces y magistrados sean elegidos mediante voto popular. Desde Palacio Nacional, López Obrador calificó las declaraciones del diplomático estadounidense como “desafortunadas” e “imprudentes”, anunciando que su gobierno enviará una nota diplomática en respuesta a lo que considera una intromisión en asuntos internos.
El mandatario destacó que estas acciones reflejan una tendencia histórica de intervención por parte de Estados Unidos en América Latina, la cual ha sido justificada bajo la doctrina Monroe, que establece “América para los americanos”, interpretada por Washington como una afirmación de su influencia en la región. López Obrador recordó las invasiones que México sufrió en el pasado y la pérdida de gran parte del territorio nacional, enfatizando que México es ahora un país soberano que defiende la autodeterminación de los pueblos.
Aunque reconoció la buena relación que mantuvo con el expresidente Donald Trump y la política de respeto que ha caracterizado la gestión de Joe Biden, López Obrador subrayó que recientemente ha habido actos de falta de respeto hacia la soberanía mexicana. Entre ellos, mencionó las declaraciones de Ken Salazar, las cuales considera una violación a la independencia de México.
La nota diplomática enviada a la Embajada de Estados Unidos en México resalta que las declaraciones del embajador representan una acción inaceptable de injerencia en asuntos que competen únicamente al Estado mexicano, y que no reflejan el respeto mutuo que debe caracterizar las relaciones bilaterales entre ambos países.
