La consejera Claudia Zavala ha presentado una propuesta que podría alterar significativamente la composición de la próxima Cámara de Diputados. Este viernes, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) abordará esta propuesta, que surge como un intento por limitar la mayoría calificada de la actual coalición gubernamental compuesta por Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo.
Zavala ha propuesto un nuevo enfoque para la distribución de las 200 diputaciones de Representación Proporcional, con el objetivo de evitar la sobrerrepresentación que podría permitir a la coalición gobernante alcanzar una mayoría calificada de dos terceras partes. Este planteamiento contrasta con un proyecto previamente aprobado por la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE, el cual propone asignar estas diputaciones basándose en una interpretación más tradicional del artículo 54 de la Constitución, que limita la sobrerrepresentación a un máximo de ocho puntos porcentuales sobre el porcentaje de votación nacional obtenida por cada partido.
El proyecto tradicional asignaría a Morena 75 diputaciones plurinominales, al Partido Verde 20, y al Partido del Trabajo 13, mientras que el PAN, PRI y Movimiento Ciudadano recibirían 40, 46 y 46 diputaciones, respectivamente. Esto permitiría a Morena y sus aliados mantener una mayoría calificada en la nueva Cámara de Diputados con un total de 364 curules.
En contraste, la propuesta de Zavala ajusta esta distribución, asignando a Morena 53 diputaciones, al Partido Verde 8 y al Partido del Trabajo ninguna. Según su propuesta, el PAN recibiría 60, el PRI 40 y Movimiento Ciudadano 39 diputaciones. Esta redistribución generaría una Cámara con una composición diferente: Morena tendría 214 curules, el Partido Verde 65, el Partido del Trabajo 38, el PAN 92, el PRI 49 y Movimiento Ciudadano 40, junto con una diputación independiente.
La propuesta de Zavala cuestiona la interpretación actual del artículo 54, que ha permitido a los partidos obtener una representación que excede en ocho puntos porcentuales el porcentaje de votos obtenidos. Zavala argumenta que este tope debería calcularse respecto al porcentaje de votos de cada partido y no al total de la votación nacional. Esta reinterpretación podría corregir lo que ella ve como distorsiones en la representación legislativa, permitiendo un reparto más equitativo de las diputaciones.
