El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró durante una reunión sobre inseguridad alimentaria en la sede de la ONU en Nueva York, que el hambre no debe convertirse en arma de guerra, y acusó a Rusia de estarlo haciendo.
Tras la retirada de Rusia del acuerdo para la exportación de cereales ucranianos, el funcionario americano ha señalado que lo que hacen las autoridades rusas ahora es intentar chantajear con esta medida, “cada miembro de este Consejo, cada miembro de Naciones Unidas debería decir a Moscú basta, basta de usar el mar Negro como chantaje”.