La noche de este viernes una sala de conciertos de Moscú fue centro de un ataque terrorista perpetrado por un comando fuertemente armado que arremetió contra los asistentes, dejando como saldo provisional al más reciente corte informativo más de 140 personas muertas, varios heridos y 11 detenidos. La organización terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas) se adjudicó el ataque.
Este, que ya es catalogado como el peor ataque terrorista en la historia de Rusia, está siendo investigado por el servicio secreto ruso (FSB) cuya oficina ha dado a conocer los avances de las pesquisas que llevaron en la últimas horas a la localización y detención de 11 personas en la región de Briansk.
Aclararon que se trataría de un grupo de cómplices, de los cuales únicamente cuatro podrían ser parte del comando que ocasionó la masacre. Afirmaron los mandos locales que este ataque tiene la línea de investigación más clara ahora, y que apunta a una rama del autodenominado Estado Islámico que opera en Pakistán, Irán y Asia Central.
La sala de conciertos Crocus City Hall se encuentra en la ciudad de Krasnogorsk, 25 kilómetros al noroeste de la capital, celebraba a cupo lleno con unas 6,200 personas, una presentación del grupo Picnic.
Este sábado por la mañana el presidente ruso Vladimir Putin calificó este ataque como “un acto terrorista salvaje”, aseguró que su régimen perseguirá a los perpetradores y declaró este domingo día de luto nacional.
“Los cuatro perpetradores del acto terrorista que dispararon y mataron a personas fueron detenidos. Viajaban hacia Ucrania, identificaremos y castigaremos a todos los que estuvieron detrás de los terroristas que prepararon el ataque…“todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e inevitable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado”
