Un contingente de alrededor de mil soldados de la Guardia Nacional apostados en Florida, serán enviados por el gobernador floridano Ron DeSantis al territorio de Texas, poniéndose a la orden de Greg Abbott el gobernador de la entidad, quien ha sido tachado previamente por el presidente mexicano López Obrador de ser un “antimexicano”.
Por su parte DeSantis, advierte que la ayuda seguirá llegando a Texas, un estado que de acuerdo a las declaraciones del político americano, necesita de todo el apoyo ante lo que en “sus esfuerzos por detener la invasión por la frontera sur“.
Y es que de acuerdo a los datos vertidos por el propio DeSantis en su exposición de motivos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), solamente durante el mes de diciembre reciente fueron más de 300 mil los migrantes indocumentados los que fueron detenidos en su intento por cruzar a territorio de los Estado Unidos vía terrestre por la frontera común con México.
Esto es, argumentó, medida suficiente para encender las alarmas y encaminar esfuerzos sobre el apoyo a los estados que lo requieran, como Texas. La medida ha sido criticada por la clase política opositora que no ve con buenos ojos las medidas que ya han sido catalogadas de radicales como innecesarias, por lo que han hecho un llamado a DeSantis y Abbott a detener la persecución.
Desde Florida, el partido Demócrata ha catalogado estas medidas de “truco político” y un intento por seguir llamando la atención por parte de DeSantis, quien recientemente desistió de las primarias republicanas para la sucesión en la Casa Blanca.
