El Congreso de los Estados Unidos dio formal apertura formal a una investigación sobre la eventual destitución del presidente Joe Biden, esto a causa del escándalo por “los turbios negocios” de su hijo Hunter Biden en el extranjero.
Cuando se encuentra en curso una eventual participación por la reelección en la Casa Blanca, este tipo de indagatorias cobran especial relevancia, más aún cuando el ex presidente y también virtual aspirante a la presidencial del 2024, Donald Trump, también se ve inmiscuido en pleitos legales con tristes de escándalo social.
Poco antes de la disposición legal en contra del presidente norteamericano, fue el propio Hunter Biden, quien en un intento de apaciguar el impacto político aseguró “Permítanme decirlo lo más claramente posible; mi padre no participó financieramente en mis negocios” durante una inusual rueda de prensa a todas luces preparada en concreto con la única intención de desmarcar al patriarca Biden de los escándalos de su hijo.
Sin embargo no ha sido suficiente, ya que los números en intención de voto para Joe Biden han comenzado a resentir el impacto, ante lo cual el presidente americano no ha tenido otra opción más que intentar desestimar la indagatoria.
Al respecto aseguró que se trata de ruido político en medio de su intención por contender por la presidencia, y que con “artimañas políticas” malgastan su tiempo “…en vez de estar haciendo cualquier cosa para ayudar a mejorar la vida de los estadounidenses, están centrados en atacarme con mentiras” aseguró.
El bloque de Republicanos en el Congreso, votó a favor de formalizar una investigación de juicio político contra el presidente Joe Biden, acusado entonces de tener lazos financieros con China y de aprovechar su influencia política a través de su hijo, en favor de los negocios familiares.
