La industria suiza se encuentra en alerta ante el anuncio de un nuevo arancel del 39% que Estados Unidos aplicará a productos de lujo, incluyendo relojes, chocolate y queso, dentro de una semana. Esta medida, parte de la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump, amenaza con incrementar significativamente los precios tanto para los fabricantes suizos como para los consumidores estadounidenses.
Suiza, reconocida internacionalmente por sus marcas de lujo y productos de alta calidad, podría experimentar un duro golpe económico si la medida entra en vigor. El incremento arancelario impactaría directamente a sectores clave de su economía, como la relojería, la confitería y la producción de lácteos, rubros que dependen en gran medida del mercado estadounidense para sus exportaciones.
Grupos industriales suizos advirtieron que estas tarifas no solo afectarán la competitividad de las empresas del país, sino que también trasladarán costos adicionales a los consumidores de Estados Unidos. “El aumento del 39% podría reducir drásticamente las ventas y poner en riesgo miles de empleos vinculados a la exportación”, señalaron representantes del sector.
El conflicto comercial surge en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y varios países europeos. Analistas consideran que estas medidas podrían desatar represalias de Suiza o de la Unión Europea, complicando aún más las relaciones comerciales internacionales.
Mientras tanto, productores y comerciantes suizos se preparan para enfrentar un escenario incierto que podría redefinir la presencia de marcas de lujo suizas en el mercado norteamericano. Las asociaciones empresariales han solicitado a ambos gobiernos abrir un diálogo que evite un impacto severo en las economías de ambos países.

