La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha prometido respuestas firmes ante los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump, a los que calificó como «injustificados». Con una relación comercial entre la UE y EE.UU. que alcanzó los 1,55 billones de dólares en 2023, Bruselas ya evalúa diversas opciones de respuesta, incluyendo aranceles de represalia y nuevas herramientas comerciales.
Una de las opciones más probables para la UE es imponer tarifas de represalia, tal como lo hizo en 2018, cuando Trump implementó aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio. En aquella ocasión, Bruselas respondió con aranceles sobre productos estadounidenses por un valor de 2.800 millones de euros. Sin embargo, esta vez, las circunstancias podrían complicarse debido a que EE.UU. tiene un mayor margen para responder, con importaciones de bienes estadounidenses desde la UE que sumaron 347.000 millones de euros en 2023.
Otra opción en la que Bruselas está trabajando es el uso del Instrumento Anticoerción de la UE, que permite responder a países que presionen económicamente a los miembros del bloque para modificar sus políticas. Este mecanismo podría utilizarse para limitar el acceso a licitaciones públicas, restringir el comercio de servicios o inversiones, e incluso imponer sanciones adicionales. La Comisión Europea tiene hasta cuatro meses para investigar y proponer acciones, que luego deben ser aprobadas por los Estados miembros.
Además de las medidas comerciales, la UE también tiene la opción de obstaculizar las actividades de grandes tecnológicas estadounidenses, como Apple y Google, a través de investigaciones por posibles violaciones de leyes antimonopolio. Bruselas también podría reactivar los impuestos sobre servicios digitales, una medida que algunos países ya han implementado, si las tensiones comerciales continúan escalando.
