Este jueves, se llevará a cabo un emotivo homenaje en Washington para rendir tributo a Jimmy Carter, el expresidente de Estados Unidos que, a lo largo de su carrera, enfrentó desafíos como una economía debilitada y la crisis de los rehenes en Irán, pero que también dejó una huella profunda en la política y la humanidad después de su mandato. El funeral de Estado se celebrará con la presencia del presidente Joe Biden, quien ofrecerá un discurso en honor al 39º presidente, fallecido el 29 de diciembre a la edad de 100 años. El evento contará con la asistencia de diversas personalidades, incluyendo al expresidente republicano Donald Trump, quien también estará presente en el acto solemne.


Antes de que el cuerpo de Carter sea trasladado a su tierra natal en Georgia, los estadounidenses han tenido la oportunidad de rendirle homenaje. En los últimos días, miles de personas se han acercado a la Rotonda del Capitolio para expresar su respeto y admiración por un hombre cuya carrera, tanto en la Casa Blanca como en la vida posterior, fue ampliamente reconocida. Carter ocupó la presidencia entre 1977 y 1981 y, en 2002, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su incansable trabajo en pro de la paz y los derechos humanos.


Entre los que se acercaron a presentar sus respetos, algunos destacaron su faceta de persona amable y de gran integridad, un ser humano más allá de su figura política. Carter, quien también desempeñó un papel clave en la firma del tratado de paz entre Egipto e Israel en 1979, fue descrito por muchos como un hombre de principios y un líder menos enfocado en los intereses partidistas. “Es el fin de una era”, comentó Dorian DeHaan, un residente de Nueva York que viajó más de 400 kilómetros para rendir homenaje al expresidente. “Hemos perdido una fe genuina en la humanidad y en nuestra presidencia”, añadió DeHaan, reflejando el sentimiento generalizado de muchos durante estos días de recordación.

