La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este jueves que las acciones de las fuerzas israelíes en Gaza constituyen crímenes de guerra y contra la humanidad. Según un informe publicado por la ONG, Israel ha llevado a cabo un desplazamiento masivo y sistemático de palestinos, como parte de su ofensiva en la Franja de Gaza, que comenzó el 7 de octubre de 2023, tras los ataques de Hamas y otras facciones palestinas contra territorio israelí.
El informe titulado “Sin esperanza, hambrientos y asediados: el desplazamiento forzado de palestinos en Gaza por parte de Israel” detalla que la ofensiva israelí ha provocado el desplazamiento de aproximadamente 1,9 millones de personas, es decir, el 90% de la población de Gaza. Además, se señala que la destrucción de infraestructuras esenciales, como viviendas, hospitales y escuelas, ha dejado a gran parte de la población sin refugio y sin acceso a servicios básicos.


HRW argumenta que las fuerzas israelíes han demolido deliberadamente viviendas y otros edificios civiles en áreas que, según el informe, podrían estar siendo transformadas en “zonas de amortiguamiento” o “corredores de seguridad”, lo que sugiere una intención de desplazamiento permanente. La organización considera que estas acciones violan las leyes internacionales de la guerra, que solo permiten el desplazamiento de civiles bajo circunstancias excepcionales y con garantías adecuadas de alojamiento y asistencia.
Además, HRW critica el sistema de evacuación implementado por Israel, que ha sido calificado como inconsistente e ineficaz. Según la ONG, las órdenes de evacuación no se han comunicado de manera oportuna o adecuada, y las rutas de escape y las zonas de seguridad han sido atacadas repetidamente por las fuerzas israelíes, poniendo en peligro a los civiles desplazados.


La organización también subraya que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar que los palestinos puedan regresar a sus hogares una vez cesen las hostilidades. Sin embargo, HRW señala que las graves destrucciones y las restricciones impuestas al acceso humanitario hacen improbable el retorno de los desplazados.
Human Rights Watch concluye que el desplazamiento forzado de palestinos en Gaza es parte de una política sistemática y que, si se confirma, constituiría un crimen de lesa humanidad. Por ello, hace un llamado a la comunidad internacional para que condene estas acciones y presione a Israel para que cese estas violaciones.