El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado a delinear las políticas que implementará desde el primer día de su mandato, entre las que se incluyen medidas relacionadas con la seguridad en la frontera con México y el sector energético. A poco menos de dos meses de su investidura, prevista para el 20 de enero, Trump ya ha puesto en marcha el proceso de transición, con un enfoque particular en su equipo de trabajo y las acciones que tomará en los primeros días de gobierno.
Según fuentes cercanas al equipo de Trump, el presidente electo planea emitir dos decretos ejecutivos el primer día de su mandato: uno destinado a aumentar la seguridad en la frontera sur y otro para fomentar la perforación de petróleo con el objetivo de reducir los precios de los combustibles. Aunque aún no se detallan los alcances de estas medidas, se especula sobre la posibilidad de un reforzamiento de la seguridad en la frontera o incluso un “cierre” parcial de los puertos de entrada, lo que ha generado inquietud en el gobierno saliente de Joe Biden.

Además, Trump ha indicado que en su primer día también buscará imponer aranceles a las importaciones mexicanas si el gobierno de México no toma medidas más estrictas contra el tráfico de drogas y la migración ilegal, una postura que podría afectar el acuerdo comercial T-MEC.
En cuanto a su gabinete, la campaña de Trump ha comenzado a discutir los nombres de posibles colaboradores clave. Entre los más mencionados para ocupar el cargo de secretario de Estado se encuentra el senador republicano Marco Rubio, quien ha tenido una destacada influencia en la política exterior hacia América Latina. También se barajan otros nombres, como el exembajador en Alemania, Rick Grenell, y el senador Bill Hagerty, exembajador en Japón.

Mientras tanto, el futuro equipo económico incluye a figuras como el inversor John Paulson y el actual asesor económico de Trump, Scott Bessent, para el puesto de secretario del Tesoro. Otros nombres como Tom Cotton y Robert Kennedy Jr. también suenan para posiciones clave en Defensa y Salud, respectivamente. La confirmación de estos nombramientos no se espera que enfrente grandes obstáculos, dado el control republicano del Senado.