En un contundente anuncio, Donald Trump, candidato presidencial del Partido Republicano, manifestó que, en caso de ganar las elecciones de noviembre, tomará medidas drásticas que afectarían la importación de vehículos desde México a Estados Unidos. Durante su intervención en el Club Económico de Chicago, Trump dejó en claro que no permitirá que ningún automóvil mexicano se venda en el mercado estadounidense.
El empresario aseguró que, como parte de su política comercial, impondrá aranceles que podrían superar el 200% en los automóviles provenientes de México. “Nuestro país enfrenta una seria amenaza por parte de México”, declaró Trump, enfatizando que su administración haría lo necesario para proteger la industria automotriz nacional. “Si llego a ser presidente, México no podrá vender ni un solo coche en Estados Unidos, y establecería un arancel del 100, 200 o incluso 2000%. No permitiremos que destruyan nuestro país”, afirmó con firmeza.
Además, el candidato hizo hincapié en la preocupación que le genera la creciente presencia de China en el sector automotriz mexicano. Según Trump, el país asiático está invirtiendo en la construcción de grandes fábricas de automóviles en México, lo que permitiría a las empresas chinas vender vehículos en Estados Unidos con ventajas competitivas significativas. “China está estableciendo enormes plantas automotrices en México. Ellos producirán esos autos y los venderán en Estados Unidos, disfrutando de todos los beneficios sin enfrentar las desventajas”, advirtió Trump, sugiriendo que esta situación podría tener un impacto devastador en la industria automotriz estadounidense, afectando especialmente a regiones como Michigan y Carolina del Sur.
Con estas declaraciones, Trump reafirma su postura de proteger la economía estadounidense a toda costa, generando un debate sobre las implicaciones de su política comercial en un contexto global donde la interdependencia económica es cada vez más evidente.
