El papa Francisco ha instado a los creyentes de todo el mundo a unirse en oración durante el mes de octubre para combatir “la locura de la guerra”. Esta declaración se realizó al final de la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, en el Vaticano. El pontífice animó a los fieles a rezar el Rosario diariamente, recomendando que se depositen en las manos de la Virgen María tanto el sufrimiento como el anhelo de paz de aquellos pueblos que se encuentran en medio de conflictos bélicos.
En su mensaje, el papa destacó la importancia de este mes, que está dedicado al Santo Rosario, como una oportunidad valiosa para profundizar en esta práctica espiritual. Francisco subrayó el papel crucial de María como Madre compasiva, a quien se puede confiar el dolor y las esperanzas de naciones que padecen las consecuencias de la guerra. El pontífice hizo hincapié en la necesidad de dirigir las oraciones hacia países especialmente afectados por la violencia, como Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y Sudán.
La llamada a la oración refleja una preocupación creciente por los numerosos conflictos que azotan al mundo en la actualidad. La invitación del papa Francisco a rezar el Rosario no solo busca una conexión espiritual con la Virgen, sino que también pretende fomentar un sentido de unidad entre los creyentes en la búsqueda de paz y reconciliación. Al hacerlo, el pontífice espera que las oraciones colectivas puedan ofrecer consuelo y esperanza a aquellos que sufren, al tiempo que se promueve un mensaje de paz en un mundo que parece estar cada vez más dividido por la guerra.
A medida que octubre avanza, los católicos son alentados a integrar esta práctica en su rutina diaria, recordando que la oración tiene el poder de transformar corazones y comunidades. La invitación a unirse en esta causa refleja no solo un acto de fe, sino también un compromiso con la paz y la justicia en el mundo.