Durante un mitin en Juneau, Wisconsin, el expresidente y actual candidato presidencial republicano, Donald Trump, expresó fuertes críticas sobre la relocalización de empresas hacia otros países, enfocando su atención particularmente en México. Trump señaló que el traslado de compañías al extranjero está afectando gravemente a Estados Unidos, calificando a México como uno de los principales responsables de esta situación.
En su discurso, Trump afirmó: “Las empresas están moviéndose a otros países, y México nos está perjudicando. Si soy elegido nuevamente, vamos a poner fin a esto porque no están tratándonos de manera justa”. Este tipo de declaraciones refuerzan su postura económica y de protección a la industria estadounidense, retomando su retórica de campaña previa donde México ha sido un blanco recurrente.
El expresidente subrayó que este fenómeno no solo implica la pérdida de empleos dentro del país, sino también un debilitamiento de la industria local, y se comprometió a tomar medidas drásticas en caso de recuperar la presidencia. La promesa de Trump de “quitarle a México” lo que considera una ventaja económica sigue alineada con su política de nacionalismo económico, la cual dominó su primera administración.
El mitin atrajo la atención de los medios debido a las acusaciones reiteradas de Trump contra México y su advertencia de que tomará acciones más severas si es reelegido. Esta narrativa forma parte de su estrategia para captar el apoyo de votantes preocupados por el estado de la economía y la pérdida de empleos hacia otros países. Con un enfoque en la protección de la industria y el empleo local, Trump continúa impulsando un discurso que promete restablecer lo que considera un trato más justo para Estados Unidos.