En el distrito de Terézváros, uno de los puntos de fiesta más frecuentados de Budapest, se ha decidido imponer una prohibición a los alquileres a corto plazo de Airbnb. Esta medida, aprobada por un referéndum reciente, refleja el descontento de los residentes que han visto cómo el 7% de las viviendas del área, aproximadamente 2,200 propiedades, se destinan a este tipo de alquileres. La alta demanda de estos arrendamientos ha provocado un aumento en los precios de las viviendas, generando molestias entre los vecinos.
La votación, en la que el 54% de los residentes respaldó la prohibición, fue respaldada por el alcalde Tomas Soproni. Según Soproni, esta era la única vía legal para enfrentar el problema y modificar la normativa municipal en relación con los alquileres. La nueva legislación prohibirá los arrendamientos de corta duración en Terézváros a partir de 2026.
Esta decisión sigue una tendencia observada en otras ciudades afectadas por la gentrificación y la influencia de los nómadas digitales, como Lisboa y Barcelona, donde también se han implementado restricciones para controlar el impacto de los alquileres a corto plazo.