Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, intensificó sus críticas contra el mandatario argentino, Javier Milei, llamándolo nuevamente “nazi” durante un congreso “antifascista” celebrado en Caracas. Este evento reunió a delegados de 95 países, incluyendo una representación de Argentina. Maduro, connotando el estilo controvertido de sus declaraciones, instó al espíritu del futbolista Diego Maradona a que “jale las patas” de Milei mientras duerme, en un intento por destacar su desdén hacia el líder argentino.
El discurso de Maduro se centró en llamar a Milei “fascista” y “un error histórico”, mientras que Milei ha respondido a estas acusaciones llamando a Maduro “dictador” y “socialista empobrecedor”. La relación entre ambos líderes es notoriamente tensa y marcada por una serie de intercambios hostiles.
Maduro aprovechó la ocasión para compartir una anécdota sobre Maradona, revelando que el futbolista le regaló un reloj Hublot valorado en más de 30.000 dólares durante el cierre de campaña en 2018. El presidente venezolano expresó que lleva el reloj como un símbolo de suerte y como un recordatorio de la conexión con el futbolista argentino.
En su discurso, Maduro también criticó a Estados Unidos por no cumplir con el levantamiento de sanciones prometido a Venezuela. Afirmó que las negociaciones fueron “engañosas” y que se descubrieron planes para asesinarlo, así como ataques violentos a unidades militares y centros de poder. Maduro destacó que las sanciones impuestas dejaron al país con una inflación del 344,000% en 2019, pero afirmó que Venezuela ha comenzado a estabilizarse y está en camino de fortalecer su economía y recuperar derechos sociales.
En paralelo, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, ha solicitado a la Comisión de Política Exterior que considere la ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y consulares con España. Esta propuesta surge en respuesta al reconocimiento por parte del Congreso español de Edmundo González Urrutia como el verdadero ganador de las elecciones presidenciales de julio, un movimiento que Rodríguez ha calificado de “declaración de guerra” contra Venezuela.
