En un giro diplomático significativo, el Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, ha respaldado la posición del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, respecto a la reforma judicial propuesta por el gobierno mexicano. Nichols enfatizó que tanto él como Salazar comparten preocupaciones sobre las reformas constitucionales en México y subrayó la importancia de que ambos países colaboren como socios para asegurar la seguridad y la prosperidad en América del Norte.
En un comunicado difundido a través de redes sociales, Nichols destacó: “Salazar y yo compartimos un profundo respeto por la soberanía de México. Estados Unidos y México deben trabajar juntos como socios e iguales para promover la seguridad y la prosperidad en América del Norte. Como socios y amigos, compartimos nuestras preocupaciones sobre las reformas constitucionales propuestas”. La declaración se produce en un contexto de tensiones entre los dos países respecto a las reformas judiciales mexicanas.
El embajador Ken Salazar había expresado previamente que la reforma propuesta podría poner en riesgo la relación comercial entre ambos países y comprometer la democracia en México. Esta opinión provocó una respuesta contundente del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó la declaración como “injerecista, desafortunada e imprudente”. López Obrador defendió la reforma, afirmando que su propósito es combatir la corrupción y no controlar el sistema judicial.
En su respuesta, López Obrador subrayó que México no aceptará intervenciones externas en sus asuntos internos y destacó que, aunque el diálogo es bienvenido, ciertas cuestiones son exclusivamente de interés nacional. La reforma judicial será discutida en la nueva legislatura que iniciará el 1 de septiembre, en la que Morena cuenta con una mayoría que le permitiría avanzar sin necesidad de acuerdos con la oposición.