Acusado de desacato al Congreso, el polémico ex asesor del magnate y ex presidente Donald Trump, fue trasladado a la prisión federal de Danbury, en el estado de Connecticut, para cumplir una pena de cuatro meses. Steve Bannon buscaba por todo medio suspender la sentencia, sin embargo, el fin de semana el Tribunal Supremo de los EE.UU. se lo negó por todas las vías.
Ante lo cual, el también influyente ultraderechista americano se entregó hoy lunes a las autoridades penitenciarias, quienes cumplieron la orden. Previamente Bannon aseguró en rueda de prensa pública: “Estoy orgulloso de ir a prisión si esto es lo que se necesita para enfrentar la tiranía”.
El hoy recluso, quien se cuenta entre los más cercanos colaboradores de Donald Trump aseguró que se considera a sí mismo “un preso político” acusó también “una persecución en su contra” ante lo cual aseguró que no cambiará su forma de actuar, misma que lo lleva hoy a la cárcel.
Desde 2022 Steve Bannon fue condenado por negarse a participar en las indagatorias contra Trump, resistiendose incluso a una citación parlamentaria que lo obligaba a comparecer ante un comité que investigaba el asalto al Capitolio de 2021.
“No sólo no me arrepiento, sino que estoy orgulloso de lo que hice” replicaba minutos antes de la entrega voluntaria con lo que desde ahora comienza a correr el tiempo que irremediablemente deberá permanecer tras las rejas.
De su lado, Donald Trump, asegura frecuentemente que su renovada carrera por la Casa Blanca lo ha convertido en el foco de atención de la actual administración presidencial como del aparato administrativo y legal, con la misión, asegura, de desactivar la carrera por la sucesión presidencial
