Este miércoles Irán conmemoró el cuarto aniversario luctuoso del icónico general Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, quien fue asesinado durante un bombardeo estadounidense a un convoy en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, en enero de 2020. “El terrorista número uno en cualquier parte del mundo” así era descrito por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incluso había sido señalado de estar detrás de “las muertes de cientos de estadounidenses y miembros en servicio de la coalición”.
En el contexto luctuoso, la ciudad de Kerman, en Irán, lugar cercano al sitio donde se encuentran sepultados los restos mortales de Soleimani se ha vestido de tragedia al registrar dos explosiones que de acuerdo a los primeros datos habrían quitado la vida a una centena de residentes, así como generado heridas a más de una centena de asistentes a las conmemoraciones luctuosas.
Las autoridades iraníes calificaron el incidente como un acto terrorista y aseguraron que las indagatorias están en curso, al tiempo que los reportes extraoficiales hablan de dos bolsas con explosivos que habrían sido detonadas a control remoto.
Miles eran los asistentes al acto público en memoria de quien es considerado un mártir de la revolución iraní, por lo que las autoridades hicieron un llamado público a la cala mientras se desplegó un operativo adicional de seguridad armada. Por su parte el jefe de la Media Luna Roja, en la provincia de Kerman, Reza Fallah, declaró que hasta el momento unas 170 personas heridas han sido trasladadas a hospitales.
Este atentado ya despertó la crítica de la opinión pública internacional, como La Unión Europea, que en la ultima hora emitió una condena por el ataque mortal en Irán y ha solicitado una exhaustiva investigación para “que los culpables rindan cuentas”.