Debido a la balacera que provocó un hombre armado en el estado de Maine, dejando un saldo preliminar de 22 personas sin vida, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó que las banderas de la Casa Blanca y todos los edificios gubernamentales ondeen a media asta, como muestra de respeto por las víctimas de los actos de violencia sin sentido, siendo el tiroteo masivo más mortífero de este año en Estados Unidos.
De igual manera, hizo un llamado a los republicanos en el Congreso a trabajar por lograr un acuerdo con los demócratas para prohibir las armas de asalto o de alta capacidad y acabar con la inmunidad de los fabricantes, con la finalidad de poner fin a los tiroteos.