El papa Francisco y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunieron tras la clausura de los Encuentros Mediterráneos en Marsella, una visita que el pontífice usó para remarcar un mensaje crítico con la gestión europea de la crisis migratoria. Haciendo un llamado para socorrer a los migrantes que arriesgan su vida en el mar, los cuales solo buscan una oportunidad de salir adelante.
El papa Francisco explicó “Son nombre y apellidos, son rostro e historias, son vidas rotas y sueños destrozados, frente a semejante drama no sirven las palabras, sino los hechos” hizo hincapié que el mediterráneo es un cementerio de migrantes, pidiendo a asociaciones que ayuden a los migrantes.

