El Ayuntamiento de Madrid impuso 11 sanciones a los promotores de conciertos celebrados en el estadio Santiago Bernabéu, tras superar los límites de ruido establecidos por la ordenanza de Protección contra Contaminación Acústica y Térmica. Estas multas ascienden a 801 mil euros, consecuencia de los niveles de decibeles registrados en los eventos, algunos alcanzando hasta 90 decibeles, muy por encima del límite permitido de 63 durante el día y la tarde, y de 53 en horario nocturno.
Las sanciones fueron aplicadas debido a numerosas quejas vecinales sobre las molestias generadas por el ruido, lo que ha provocado que los conciertos en el Santiago Bernabéu queden suspendidos hasta marzo de 2025. Los eventos programados en este recinto no podrán llevarse a cabo hasta que se implementen medidas correctoras que reduzcan el impacto acústico.
Según la normativa vigente, las multas varían desde los 600 hasta los 300 mil euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. El Ayuntamiento ha exigido al Real Madrid, como parte responsable del estadio, que adopte las acciones necesarias para garantizar el cumplimiento de las regulaciones en futuros espectáculos.
Este tipo de sanciones abre el debate sobre el equilibrio entre grandes eventos y la tranquilidad de las áreas residenciales cercanas a recintos de gran capacidad. Las opiniones están divididas entre quienes consideran que estas medidas son justas y aquellos que creen que son exageradas.