En un movimiento que busca consolidar su fortaleza política desde los cimientos, Morena ha emprendido la titánica tarea de reorganizar su estructura interna a lo largo y ancho de las más de 70,000 secciones electorales del país. Este proceso, definido como una “democratización del partido”, tiene como objetivo escuchar directamente las demandas de sus bases y generar una maquinaria territorial sólida de cara a los futuros desafíos electorales y a la promoción de la reforma electoral.
En entrevista exclusiva para el segmento informativo de Cadena Azul FM, Rotativo Noticias, el delegado de Morena en el Estado de México, Adrián Barreto, reveló los pormenores de esta estrategia sin precedentes. Aseguró que, tras un crecimiento “vertiginoso” que lo ha posicionado como el partido más grande de México y de América Latina, la prioridad ahora es “organizar y oxigenar” la vida interna del instituto político.
“Morena se ha encargado de administrar su crecimiento. Ahora, el reto es generar una organización territorial como la que se va a hacer ahora. Las asambleas son importantísimas porque escuchar a las bases da legitimidad a un movimiento que creció gracias a eso, que creció gracias a ir casa por casa”, afirmó Barreto desde la cabina de Azul FM.
El calendario de asambleas, ya publicado en la página oficial del partido, se extiende desde el pasado 17 de agosto hasta enero de 2026. En cada una de ellas, se conformarán comités seccionales integrados por afiliados registrados, quienes tendrán la encomienda de ser el enlace directo con la ciudadanía, combatir la desinformación y ser partícipes de las decisiones nacionales.
Barreto destacó que este proceso corre en paralelo a la meta de afiliación, que actualmente ronda los 8.5 millones de personas y cuyo objetivo es llegar a los 10 millones antes de que finalice el año. “No es un ejercicio de acarreo”, aclaró el delegado, “sino de integrar a esa gente que se siente identificada con el proyecto para tomar decisiones y ayudar a informar a la población”.
El funcionario partidista vinculó directamente esta reorganización con el impulso a la reforma electoral promovida por la presidenta Claudia Sheinbaum. Sostuvo que los comités serán cruciales para recoger el sentir popular sobre temas como la reducción del presupuesto a partidos, el número de legisladores y una mayor representatividad de grupos vulnerables. “No hay forma de equivocarse si se escucha al pueblo”, recalcó, citando el principio de “mandar obedeciendo”.
Uno de los aspectos más concretos que surgirán de esta consulta base-cúpula, explicó Barreto, es la aplicación de una “escuela municipalista”. Morena buscará que todos sus gobiernos emanados destinen recursos prioritarios a problemas específicos y muy sensibles para la ciudadanía: bacheo, pavimentación, agua potable y luminarias.
“El partido creará una escuela municipalista y un seguimiento a cada municipio para asegurarse de que haya ese buen trabajo. La política muchas veces más que discurso es acción, y tiene que ver con la aplicación de los presupuestos en líneas muy marcadas”, afirmó.
Con este megaproceso asambleario, Morena no solo busca fortalecer su ya abrumadora presencia nacional, sino también enviar un mensaje contundente en un contexto global de avance de derechas: la apuesta por una política profundamente arraigada en el territorio y en la escucha constante de la población. La cuarta transformación, parece, se juega su siguiente capítulo en las calles, colonias y secciones electorales de todo México.