Con la distribución de 104 accesiones de maíces nativos, el Estado de México arrancó la siembra de estas variedades en cinco regiones que abarcan 89 municipios, como parte de una estrategia para preservar la diversidad genética y promover la agroecología.
El director del Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del Estado de México (Icamex), Everardo Lovera Gómez, informó que las semillas serán acompañadas de composta orgánica y seguimiento técnico por parte de especialistas, con el fin de involucrar directamente a las y los productores en el proceso de cultivo.
Esta acción forma parte del programa de rematriación, que implica devolver las semillas a sus lugares de origen para su reproducción, observación y evaluación. Posteriormente, regresarán al Icamex para continuar con su mejoramiento genético.


Las zonas de distribución se organizan de la siguiente manera: la Zona Norte, con 17 municipios, cultivará nueve accesiones; el Centro, con 25 municipios, sembrará 39; el Sur, con 16 municipios, sembrará siete; el Nororiente (Valle de México), con 17 municipios, cultivará 25 accesiones; y el Oriente, con 14 municipios, sembrará 18.
Además, tres Centros de Investigación y Transferencia Tecnológica del Icamex recibirán muestras para siembra controlada: Rancho San Diego en Almoloya de Juárez, Rancho El Islote en Villa Guerrero y Rancho Tiacaque en Jilotepec.
Lovera Gómez hizo un llamado a fortalecer la conciencia sobre el valor del maíz nativo como recurso estratégico para la soberanía alimentaria del país. “Tenemos la voluntad, el conocimiento y la misión de preservar lo nuestro”, subrayó en una reunión con investigadores y auxiliares.


