Más de 400 médicos veterinarios y zootecnistas marcharon este martes en Toluca, Estado de México, para exigir justicia por el asesinato de Héctor Hernández Cañas, un colega que fue atacado con arma blanca el pasado 9 de febrero en Tultepec, municipio del Estado de México. La movilización este 18 de febrero en la capital mexiquense, inició en el Parque Vicente Guerrero y culminó en la Plaza de los Mártires, también buscó visibilizar la violencia y el acoso que enfrentan los profesionales de la salud animal en su labor diaria.
Los manifestantes, vestidos con batas blancas y moños negros en señal de luto, portaron pancartas con mensajes como “¡Justicia para Héctor!” y “No más violencia contra veterinarios”. Durante el recorrido, expresaron su indignación por el creciente número de agresiones hacia el gremio, que incluyen amenazas, extorsiones e incluso ataques físicos.
Héctor Hernández, médico veterinario, fue asesinado presuntamente por los dueños de una perrita Yorkshire llamada Mía, quien falleció tras una cirugía para extraer un hueso atorado en su esófago. A pesar de que el procedimiento fue realizado correctamente, los dueños responsabilizaron al veterinario y lo amenazaron antes de cometer el crimen.
Durante la marcha, diversos veterinarios denunciaron que este caso no es aislado y expresaron cómo es que sufren acoso en redes sociales, insultos y agresiones sin fundamentos. Muchos dueños no siguen las indicaciones médicas, para después culparnos cuando las mascotas no mejoran”, explicó. Además, destacó que los veterinarios enfrentan presiones constantes por expectativas poco realistas y un ambiente laboral hostil que incluso ha llevado a algunos colegas al suicidio.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) también se pronunció, condenando el asesinato y exigiendo medidas para proteger a los profesionales del sector. Ernesto Zazueta, presidente de la AZCARM, subrayó que los veterinarios están expuestos a amenazas y agresiones, a pesar de su compromiso con el bienestar animal.
La marcha en Toluca fue parte de una movilización nacional que incluyó paros laborales y protestas en varias ciudades. Al finalizar, los manifestantes guardaron un minuto de silencio y dedicaron aplausos a la memoria de Héctor Hernández, mientras exigían a las autoridades acciones concretas para garantizar su seguridad y justicia.




