Tras días de movilizaciones y bloqueos, propietarios y trabajadores de barberías en el Estado de México lograron un acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) para retirar los sellos de aseguramiento colocados durante el operativo “Atarraya”. Este operativo, realizado el pasado viernes, cerró 320 establecimientos en 20 municipios de la entidad bajo la premisa de combatir la venta y distribución de drogas. Sin embargo, la medida generó indignación entre los barberos, quienes denunciaron abusos y exigieron justicia, ya que estos negocios representan su único sustento familiar.
La tensión llegó a su punto máximo este miércoles, cuando un grupo de barberos bloqueó el Periférico Norte a la altura del Parque Naucalli, exigiendo la reapertura de sus locales. Tras más de dos horas de caos vial, representantes de la FGJEM y del gobierno estatal se reunieron con los manifestantes, acordando iniciar mesas de diálogo y retirar los sellos de los establecimientos afectados. Aunque no se precisó cuántos locales serán reabiertos, las autoridades reconocieron “fallas graves” durante los cateos y prometieron sancionar a los responsables de abusos.
Desde la noche del martes, algunas barberías ya comenzaron a reabrir tras un procedimiento administrativo. Los propietarios fueron citados en la fiscalía regional de Barrientos, Tlalnepantla, donde se les informó sobre la situación legal de sus casos. En paralelo, el retiro de sellos inició en municipios como Nicolás Romero, permitiendo que los barberos regresen a trabajar. No obstante, las investigaciones continuarán, aunque con la garantía de que se realizarán con estricto apego a la ley y de manera transparente.



