Con apenas 19 años, Jesús Quiroz de la Cruz se ha consolidado como una de las grandes promesas del atletismo en el Estado de México. Este talentoso joven destaca por su disciplina y fortaleza mental, cualidades que lo han llevado a brillar en diversas competencias a nivel nacional. Aunque en su infancia practicaba fútbol y soñaba con una carrera en ese deporte, el atletismo se convirtió en su verdadera pasión.
“Desde pequeño jugaba fútbol, pero fue el atletismo el que me cautivó por completo”, comenta Jesús, quien comenzó a correr largas distancias desde la escuela, recorriendo entre cuatro y cinco kilómetros diarios. Su primer contacto con el atletismo competitivo fue en un medio maratón en el Centro Ceremonial Otomí, donde quedó en quinto lugar. A partir de ese momento, decidió dedicarse de lleno a este deporte, lo que lo llevó a conocer a su actual entrenador, Rubén Escobar.
Gracias al apoyo de su familia y su entrenador, Jesús ha clasificado a un Mundial y ha tenido la oportunidad de competir en eventos internacionales. Recientemente, se destacó en el Encuentro Nacional Deportivo Indígena, donde obtuvo medalla de oro en la prueba de campo traviesa y bronce en la prueba de ruta de 15 kilómetros.
Jesús atribuye gran parte de su éxito a la preparación física y mental que realiza junto a su entrenador y a su hermano Ismael, quien también participa en competencias atléticas. “Competir junto a mi hermano es muy especial, él me motiva a dar lo mejor de mí”, afirma el joven atleta.
Orgulloso de sus raíces otomíes, Jesús representa a su comunidad de López Mateos y dedica sus logros a su familia y a su pueblo. A futuro, espera continuar compitiendo a nivel nacional e internacional, con el objetivo de ganar más medallas y poner en alto a su cultura. Además, hace un llamado al gobierno para recibir apoyo económico que le permita seguir desarrollando su carrera deportiva.





