Helmut Marko rompió el silencio tras su reciente salida de Red Bull Racing y lanzó fuertes acusaciones contra Christian Horner, ex director del equipo, a quien responsabilizó de la difusión de comentarios con tintes racistas hacia el piloto mexicano Sergio Pérez. El directivo austriaco, que pasó más de dos décadas dentro de la escudería, aseguró que dichas declaraciones nunca fueron pronunciadas por él y que se trató de una estrategia interna para desacreditarlo.
Marko reconoció que mantuvo una postura crítica respecto al rendimiento deportivo de Pérez durante su etapa en la Fórmula Uno. Sin embargo, negó de forma tajante haber hecho referencias a la nacionalidad del piloto. Según explicó, la narrativa que señalaba a los mexicanos como menos concentrados que los neerlandeses o alemanes fue fabricada por el entorno cercano a Horner como parte de una disputa de poder dentro del equipo.
En una entrevista concedida al medio neerlandés De Limburger, el exasesor deportivo afirmó que ese tipo de maniobras eran frecuentes y formaban parte de un ambiente interno marcado por intereses políticos. También desmintió haber declarado que el desarrollo del motor de Red Bull era deficiente o que la escudería perdería su alianza con Ford, versiones que circularon en su momento y que, aseguró, nunca salieron de su boca.
A sus 82 años, Marko también abordó el impacto deportivo que tuvo la permanencia de Horner en la estructura del equipo. Consideró que la falta de decisiones oportunas afectó directamente el rendimiento en pista y sostuvo que, de haberse producido antes la salida del británico, Max Verstappen habría conquistado nuevamente el campeonato mundial, alcanzando así el pentacampeonato.
De acuerdo con el expiloto, los problemas de Red Bull se intensificaron tras el fallecimiento de Dietrich Mateschitz, fundador de la compañía. Marko explicó que, con la llegada de Chalerm Yoovidhya como figura dominante, el equilibrio de poder se desplazó fuera de Austria, situación que fue aprovechada por Horner para consolidar su influencia dentro del equipo.
El austriaco relató que intentó frenar ese avance en representación del bloque austríaco de la organización, aunque sin éxito. Incluso reveló un episodio polémico ocurrido durante una reunión social previa al Gran Premio de Austria, cuando Horner habría anticipado el fallecimiento de Mateschitz debido a su delicado estado de salud.
Las declaraciones de Marko reavivan la tensión interna que marcó una etapa clave en Red Bull Racing y arrojan nueva luz sobre los conflictos que, según el exdirectivo, influyeron tanto en la gestión deportiva como en la imagen pública del equipo.
