John Cena no logró despedirse de los encordados de la WWE con una victoria. El luchador estadounidense cayó por sumisión ante Gunther en el combate estelar del evento The Last Time is Now, celebrado en la Capital One Arena de Washington, escenario que fue testigo de uno de los momentos más emotivos en la historia reciente de la empresa.
Ante cerca de 20 mil aficionados, la atmósfera cambió de euforia a incredulidad cuando el histórico gladiador se vio obligado a rendirse. El silencio inicial dio paso a una ovación cargada de respeto, mientras los asistentes reconocían la trayectoria de quien se coronó campeón mundial en 17 ocasiones y se convirtió en uno de los máximos referentes de la WWE.
The Greatest of All Time.
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La lucha fue intensa desde el primer campanazo. Cena y Gunther se entregaron sin reservas, intercambiando castigos físicos y secuencias que mantuvieron al público al filo de sus asientos. El estadounidense logró uno de los momentos más impactantes del combate al estrellar a su rival contra la mesa de los comentaristas, acción que hizo pensar que el desenlace estaba cerca.
Minutos después, Cena aplicó su característico Ajuste de Actitud, desatando la reacción de la afición que soñaba con un cierre triunfal. Sin embargo, el conocido como “General del Ring” mostró su resistencia, logró reincorporarse y cambió por completo el rumbo del enfrentamiento.
Gunther respondió con un potente suplex que dejó visiblemente mermado a Cena. Aunque el veterano luchador evitó en primera instancia el conteo de tres, su desgaste físico era evidente conforme avanzaban los segundos. El dominio del europeo comenzó a ser constante, aprovechando cada error de su oponente.
El momento decisivo llegó cuando Gunther aplicó un severo candado al cuello. Cena intentó liberarse e incluso amagó con ejecutar su tradicional movimiento “You Can’t See Me”, pero los golpes directos a la cabeza terminaron por neutralizar cualquier reacción. Sin alternativas, el estadounidense se vio obligado a rendirse en medio del asombro general.
Mientras el árbitro señalaba el final, la arena estalló en aplausos y cánticos de “Thank you, Cena”, reconociendo una carrera que marcó época. Aunque la derrota fue el resultado final, la despedida dejó una imagen imborrable: la de una leyenda que se entregó hasta el último segundo sobre el ring.
The GOAT.
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