La Universidad de Michigan anunció la destitución inmediata de Sherrone Moore como entrenador principal del equipo de fútbol americano, tras concluir una investigación interna que determinó que el estratega mantuvo una relación inapropiada con una integrante del personal. La institución consideró que esta conducta violó de manera directa sus normas internas, por lo que procedió a su separación definitiva. El caso tomó un giro aún más delicado cuando, horas después de su despido, Moore fue detenido por autoridades locales en el estado de Michigan.
Durante su gestión al frente del programa, Moore acumuló un registro de 18 victorias y 8 derrotas en dos temporadas. En la campaña más reciente logró un 9-3, además de dirigir un encuentro en 2023 en sustitución de Jim Harbaugh, lo que consolidó su proyección como uno de los entrenadores jóvenes con mayor reconocimiento dentro del fútbol americano colegial. Sin embargo, la investigación universitaria concluyó que su conducta no correspondía a los estándares establecidos por la institución, lo que derivó en su salida inmediata.
El departamento de policía de Saline confirmó que detuvo al entrenador de 39 años antes de entregarlo a las autoridades del municipio de Pittsfield para continuar con la investigación correspondiente. Las autoridades señalaron que la detención se vinculó con una presunta agresión reportada alrededor de las 4:10 p. m. del miércoles. El sospechoso no fue identificado formalmente en el informe preliminar, aunque coincidía con la hora de la detención del ex entrenador.
🚨🚨MUGSHOT RELEASED: Michigan’s former head coach Sherrone Moore mugshot has been released pic.twitter.com/1hatmaS9Px
— Evil Bo Nix (@BoNix1O) December 11, 2025
Moore permanecía recluido en la cárcel del condado de Washtenaw, en espera de que la fiscalía evaluará los posibles cargos. Por su parte, la policía de Pittsfield señaló que el caso continúa abierto y que la investigación busca esclarecer completamente los hechos. También se informó que el incidente no parece haber sido aleatorio ni representa un riesgo para la comunidad local.
Antes de esta polémica, Moore era considerado un entrenador con una vida familiar estable. Está casado con Kelli Moore desde 2015 y juntos son padres de tres hijos: Shiloh, Solei y Sadei. En diversas publicaciones en redes sociales, el ahora exentrenador hacía referencia a su esposa y familia, destacando su apoyo constante y la importancia que tenían en su vida personal.
El futuro de Moore dentro del deporte colegial permanece incierto, mientras las autoridades continúan revisando el caso y la universidad busca reorganizar su estructura deportiva.


