Michael Jordan, considerado una de las figuras más influyentes en la historia del basquetbol, expresó una firme postura sobre la mentalidad y prioridades de algunos jugadores de la NBA en la actualidad. Durante su participación en el segmento MJ: Insights To Excellence de NBC, el exastro de los Chicago Bulls señaló que las dinámicas modernas del deporte distan del compromiso que caracterizó su trayectoria desde su llegada a la liga en 1984.
El seis veces campeón cuestionó la falta de continuidad de ciertos jugadores al no disputar la totalidad de los partidos de la temporada regular, un hábito que, a su juicio, afecta la esencia competitiva del basquetbol. Para Jordan, el enfoque de muchos atletas se ha desplazado hacia intereses comerciales y actividades ajenas al rendimiento en la duela. Subrayó que, en su época, el impulso por competir era un elemento innegociable, incluso integrado en su contrato mediante la reconocida “cláusula de amor por el juego”.
Jordan recordó que su prioridad siempre fue jugar, independientemente de las circunstancias. Comparó esta filosofía con la actitud actual, donde algunos deportistas optan por limitar su actividad, recurren a sesiones específicas con entrenadores o administran su carga física. Según él, el crecimiento profesional se cimenta en la constancia: jugar siempre que sea posible. Relató que el basquetbol representaba una pasión absoluta, tan profunda como buscar un sabor particular de helado, ejemplo que utilizó para ilustrar el compromiso necesario para sobresalir.

Además, criticó la falta de “hambre por ser grande” en varios integrantes de la nueva generación, atribuida en parte a que muchos reciben compensaciones económicas desde etapas universitarias. Jordan aclaró que su imagen pública y sus negocios surgieron únicamente tras consolidar su desempeño deportivo, mientras que ahora algunos jugadores parecen priorizar su marca personal antes de obtener resultados en la cancha.
Aunque reconoció que el entorno actual incluye una presión mediática permanente, insistió en que el básquetbol debe seguir siendo el eje central. Consideró que, incluso si compitiera hoy, su rendimiento hablaría por sí solo. Recalcó que el amor por el deporte debe mantenerse puro, al grado de que un jugador estaría dispuesto a participar sin recibir pago.
Durante la conversación con Mike Tirico, compartió una anécdota sobre Anthony Edwards, destacando cómo un ejecutivo de Minnesota mencionó su dificultad para enfrentar la doble marca. Jordan explicó que esta situación representa respeto por parte de los rivales y detalló que la clave está en moverse sin balón, posicionarse en zonas estratégicas y anticiparse a la ayuda defensiva.


