La Casa Blanca se convirtió este martes en escenario de una velada diplomática marcada por la presencia de figuras influyentes de la política internacional, la tecnología y el deporte, destacando la asistencia de Cristiano Ronaldo como parte de la comitiva del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán, durante su visita oficial a Estados Unidos. El delantero del Al-Nassr, acompañado por su esposa Georgina Rodríguez, fue uno de los invitados más observados de la noche, ocupando lugares cercanos a la mesa principal en el Salón Este.
El presidente Donald Trump, anfitrión del encuentro, aprovechó su discurso de bienvenida para resaltar la presencia del capitán portugués, revelando incluso que su hijo Barron estaba particularmente emocionado por conocer a la estrella mundial del futbol. Trump señaló ante los asistentes que la oportunidad de presentar a Cristiano Ronaldo a su hijo había elevado su estima como padre, generando un momento distendido dentro del ambiente protocolario.
Two GOATS.
— The White House (@WhiteHouse) November 19, 2025
CR7 x 45/47@Cristiano 🔥 pic.twitter.com/QA4Dw0s1lr
Aunque Ronaldo no fue invitado a ofrecer declaraciones, su participación reforzó la relevancia de la cena, la cual tuvo como propósito central fortalecer las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita. En su mensaje, Trump calificó a Mohammed bin Salmán como un aliado clave para promover estabilidad, crecimiento económico y proyectos orientados a la seguridad en Medio Oriente, destacando la cooperación entre ambas naciones en temas estratégicos.
El evento sufrió un ligero retraso debido a las condiciones del clima en Washington D.C., que obligaron a cubrir la alfombra roja con una carpa para proteger a los invitados de la intensa lluvia. Pese a ello, la cena transcurrió conforme a lo previsto y reunió a diversas personalidades de alto perfil, entre ellas el empresario tecnológico Elon Musk. Su asistencia marcó su regreso a la Casa Blanca después de un periodo de distanciamiento con la administración republicana. Musk fue ubicado en una mesa cercana a la de Cristiano Ronaldo, lo que acaparó la atención de los presentes por el simbolismo de reunir a dos de las figuras más influyentes en sus respectivos campos.
La presencia combinada de líderes políticos, ejecutivos tecnológicos y estrellas deportivas reforzó el carácter estratégico y mediático del encuentro, dejando ver el interés de Estados Unidos por consolidar lazos diplomáticos con Arabia Saudita mientras estrecha relaciones con personalidades clave del escenario internacional.


