Las Grandes Ligas de Béisbol enfrentan un nuevo episodio relacionado con apuestas deportivas tras revelarse acusaciones federales contra los lanzadores dominicanos Emmanuel Clase y Luis Ortiz, integrantes de los Guardianes de Cleveland. Ambos peloteros fueron señalados de participar en un esquema de sobornos destinado a proporcionar información anticipada sobre sus lanzamientos y alterar deliberadamente su desempeño en partidos oficiales para beneficiar a apostadores. La imputación fue anunciada por la fiscalía estadounidense el domingo, luego de meses de indagatorias.
De acuerdo con documentos judiciales, los dos pitchers habrían aceptado sobornos para adelantar a apostadores el tipo de pitcheo que realizarían y para lanzar bolas intencionales en momentos clave. Esta conducta, presuntamente coordinada con terceros, habría ocurrido en al menos dos encuentros disputados en junio. Según la acusación, el 15 de junio Ortiz habría recibido 5,000 dólares por lanzar una bola intencional, mientras que Clase habría obtenido una cantidad igual por colaborar en la acción. El mismo patrón se habría repetido el 27 de junio, cuando ambos recibieron 7,000 dólares cada uno.
Clase, de 27 años, y Ortiz, de 26, permanecen en licencia remunerada no disciplinaria desde julio, luego de que MLB identificara actividad de apuestas inusualmente alta en juegos en los que ambos participaron. La liga notificó a las autoridades federales en cuanto detectó estas irregularidades y aseguró haber cooperado con las investigaciones desde el inicio. En un comunicado, MLB reiteró que su propia revisión continúa en curso, en paralelo con el proceso judicial.
El caso tomó un giro adicional cuando Ortiz fue arrestado por agentes del FBI en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston el domingo por la mañana. Se prevé que comparezca este lunes ante un tribunal federal en esa misma ciudad, donde se le presentarán formalmente los cargos por conspiración para cometer fraude electrónico, fraude de servicios honestos, soborno para influir en concursos deportivos y conspiración para lavado de dinero. Las acusaciones contemplan posibles penas que podrían alcanzar hasta 20 años de prisión si se dicta condena por los cargos más graves.
Los Guardianes de Cleveland emitieron un comunicado en el que manifestaron su disposición a colaborar plenamente con autoridades federales y con MLB. Hasta ahora, los abogados de los jugadores no han ofrecido declaraciones públicas. El caso continúa desarrollándose y mantiene la atención del ámbito deportivo y jurídico en Estados Unidos.

