La estrella del baloncesto estadounidense Angel Reese dejó temporalmente la cancha para brillar en otro escenario: la pasarela del Victoria’s Secret Fashion Show. La jugadora del Chicago Sky se convirtió en la primera deportista profesional en participar en el icónico desfile de la marca de lencería, celebrado en Nueva York, un hecho que marca un precedente en la intersección entre el deporte y la moda.
Reese, de 23 años y con una estatura de 1.90 metros, desfiló en la alineación “Wings Reveal”, una de las secciones más destacadas del evento. Lució un conjunto floral en tonos rosados con detalles de encaje y una estola de plumas, complementado por las emblemáticas alas blancas que simbolizan la esencia del espectáculo. Durante su recorrido, la atleta caminó al ritmo del clásico “Never Leave You (Uh Oooh, Uh Oooh)” de Lumidee, mostrando la seguridad y carisma que la caracterizan dentro y fuera de la duela.
Antes del desfile, Reese compartió su emoción en entrevista, asegurando que “todo esto estaba destinado para mí”. Reveló que contrató a un instructor de modelaje para perfeccionar su caminar, demostrando la misma disciplina que la llevó a ser campeona nacional con la Universidad Estatal de Luisiana y Jugadora Más Destacada del Torneo de la NCAA en 2023.
El reconocido estilista Law Roach, amigo cercano de la basquetbolista y figura influyente en el mundo de la moda, destacó que Reese siempre soñó con participar en el show. “Esto representa la unión entre la fuerza deportiva y la elegancia femenina”, señaló el diseñador, quien ha trabajado con celebridades como Zendaya y Celine Dion.
El desfile, transmitido en vivo por YouTube, TikTok, Instagram y Prime Video, contó con la participación musical de artistas internacionales como Madison Beer, el grupo de K-pop TWICE y la colombiana Karol G. Esta última interpretó “Ivonny Bonita” mientras lucía un conjunto rojo con alas, simbolizando el regreso del espectáculo tras su cancelación en 2019.
Con su debut, Angel Reese no solo rompió barreras dentro del deporte, sino que reafirmó su papel como referente de confianza, empoderamiento y estilo en la cultura contemporánea.