El pasado 20 de agosto se vivió un momento de preocupación en el beisbol mexicano cuando Simón Falah-Assadi Martínez, un niño de nueve años, recibió un pelotazo en la cabeza durante el encuentro entre los Diablos Rojos del México y los Pericos de Puebla en el Estadio Alfredo Harp Helú. El impacto lo llevó de inmediato a terapia intensiva, generando alarma tanto en la afición como en la directiva del club capitalino.
Este lunes, la institución escarlata confirmó que el menor se encuentra fuera de peligro. En un comunicado oficial, los Diablos Rojos detallaron que el estado de salud del pequeño ha mostrado una evolución positiva, aunque su recuperación aún requerirá tiempo y atención médica especializada.
La organización informó que, en contacto permanente con el padre del niño, saben que Simón se encuentra consciente y de buen ánimo, lo que representa un signo alentador en su proceso de rehabilitación. El club destacó la fortaleza del menor para sobreponerse a un incidente tan delicado.
Los reportes médicos señalan que la evolución de Simón ha sido monitoreada de manera continua. Desde el sábado pasado, su estado ha mejorado al grado de que se considera un eventual traslado de la unidad de cuidados intensivos a piso, siempre y cuando las condiciones lo permitan.
En su postura oficial, los Diablos Rojos subrayaron que desde el primer instante se brindó atención médica al menor y a su familia. Asimismo, aseguraron que todos los gastos hospitalarios quedarán cubiertos en su totalidad por la institución, a través de la póliza de Responsabilidad Civil con la que cuentan.
La aseguradora confirmó la cobertura de cada intervención y tratamiento necesario, lo que garantiza tranquilidad para la familia en un momento tan complejo. Con ello, el club busca dar certidumbre económica y acompañamiento integral a los padres del niño.
El caso ha generado muestras de solidaridad en el mundo deportivo, donde distintas voces han enviado mensajes de apoyo y deseos de pronta recuperación. La noticia de que Simón está fuera de peligro representa un alivio para quienes han seguido de cerca su estado de salud y demuestra la importancia de la atención inmediata en situaciones de riesgo dentro de los estadios.