Dos hombres identificados como Pedro y Mario Barrocal, quienes habían sido detenidos el pasado 14 de agosto por la Policía de Investigación de la Ciudad de México (PDI) tras ser señalados por intentar vender uniformes robados al Comité Olímpico Mexicano (COM), quedaron en libertad este martes. La decisión se produjo luego de que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) no lograra mantener la acusación en su contra ni recuperar las piezas sustraídas.
El caso generó atención debido a que los uniformes pertenecían a la delegación mexicana que participó en los Juegos Panamericanos Junior celebrados en Asunción, Paraguay. Según los reportes, el robo ocurrió el martes pasado en las instalaciones del COM y, tan solo dos días después, las prendas fueron puestas a la venta a través de Instagram. A raíz de ello, la PDI montó un operativo para detener a los presuntos responsables en el momento en que pactaban la entrega de varios paquetes a un supuesto comprador.
La detención fue anunciada el jueves por la propia Fiscalía, que informó sobre la captura en flagrancia de los dos hombres, a quienes se les acusaba de encubrimiento por receptación. En aquel momento, el organismo destacó que la acción fue posible gracias al trabajo de inteligencia y campo desarrollado por sus elementos.
De acuerdo con versiones difundidas, los acusados habrían confesado que las prendas robadas fueron ocultadas en un inmueble de la Secretaría de Educación Pública (SEP), específicamente en la escuela primaria Bélgica, ubicada en la alcaldía Venustiano Carranza. Sin embargo, a pesar de dicha información, las autoridades no han logrado localizar las 985 piezas que fueron sustraídas ni comprobar de manera sólida la participación directa de los detenidos.
Finalmente, este martes se confirmó que Pedro y Mario Barrocal quedaron en libertad, lo que deja el caso abierto y sin responsables detenidos hasta el momento. El hecho plantea cuestionamientos sobre la eficacia de las investigaciones y la dificultad que enfrenta la Fiscalía para dar seguimiento a delitos relacionados con el robo de bienes deportivos de carácter oficial. Mientras tanto, la delegación mexicana continúa a la espera de que se esclarezca el destino de los uniformes y se refuercen las medidas de seguridad en instalaciones deportivas nacionales.
