El piloto mexicano Pato O’Ward vivió un amargo desenlace en el Grand Prix de Portland, cuando una falla mecánica en su monoplaza lo dejó sin posibilidades de luchar por el título de la temporada 2024 de la IndyCar. El incidente abrió la puerta para que el español Alex Palou asegurara su tercer campeonato consecutivo y cuarto en total.
O’Ward inició la competencia desde la posición de privilegio, con la meta de sumar más puntos que Palou para extender la disputa por el título hasta la última carrera del calendario. Durante las primeras vueltas, el regiomontano lideró con firmeza, y tras su primera entrada a boxes perdió un par de posiciones, movimiento que parecía parte de la estrategia del equipo Arrow McLaren.
Sin embargo, en la vuelta 21, el plan se vino abajo. El auto del mexicano comenzó a perder potencia de manera repentina, obligándolo a ingresar nuevamente a los pits para que los ingenieros intentaran resolver el problema. La reparación tomó varios minutos, tiempo suficiente para que O’Ward regresara a la pista con un retraso de ocho vueltas respecto al resto del pelotón. En ese momento, las aspiraciones por el campeonato quedaron prácticamente anuladas, mientras Palou se mantenía en la lucha por el podio.
Al final, el piloto de Chip Ganassi Racing cruzó la meta en la tercera posición, resultado que le garantizó el título sin necesidad de esperar a la última cita de la temporada. La coronación de Palou lo consolida como uno de los referentes de la categoría, con cuatro campeonatos en su historial y tres de ellos logrados de manera consecutiva.
Para O’Ward, la jornada resultó frustrante. Terminó en el puesto 25, lejos de las expectativas generadas tras su arranque en la pole position. Pese al golpe anímico, el mexicano cuenta con una sólida temporada y buscará cerrar el año con un triunfo que le permita encarar con fuerza la campaña 2025.
El Grand Prix de Portland dejó una mezcla de emociones: la celebración de un campeón indiscutible y la decepción de un contendiente que vio esfumarse su sueño por un fallo mecánico imprevisto.