Los mejores jugadores de la temporada fueron reconocidos en una ceremonia especial celebrada en Nueva Orleans.
Como cada año, la NFL destacó a las figuras más sobresalientes de la campaña regular, en una gala realizada en el Saenger Theater de Nueva Orleans, sede del Super Bowl LIX. Entre los galardonados, el reconocimiento más esperado fue el del Jugador Más Valioso (MVP), que en esta ocasión quedó en manos de Josh Allen, quarterback de los Bills de Buffalo.
Con un desempeño excepcional, Allen superó a los demás candidatos gracias a sus estadísticas de más de 3,000 yardas aéreas, 28 pases de anotación y sólo seis intercepciones. A sus 28 años, consiguió este premio por primera vez en su trayectoria, dejando atrás a nominados de gran nivel como Lamar Jackson, Saquon Barkley, Joe Burrow y Jared Goff.
Otros jugadores también fueron distinguidos en distintas categorías. Jayden Daniels, mariscal de campo de los Commanders de Washington, se llevó el premio a Novato Ofensivo del Año. Patrick Surtain II, esquinero de los Broncos de Denver, fue elegido como Defensivo del Año. Saquon Barkley, corredor de los Eagles de Filadelfia, recibió el reconocimiento al Jugador Ofensivo del Año.
En la categoría de Regreso del Año, Joe Burrow, pasador de los Bengals de Cincinnati, fue el galardonado. Kevin O’Connell, entrenador en jefe de los Vikings de Minnesota, se llevó el premio a Coach del Año.
Además, la NFL incluyó a Antonio Gates, Eric Allen, Sterling Sharpe y Jared Allen en el Salón de la Fama, reconociendo su impacto en la historia de la liga.